La reciente sentencia del Tribunal General de la Unión Europea que anula el plan de ayudas de Países Bajos a KLM ha sido acogida positivamente por Ryanair, que ha recurrido estas medidas de apoyo público desde el principio. La aerolínea de bajo coste ahora pide a la Comisión Europea que ordene a Países Bajos retirar estas ayudas y tomar medidas para reparar el daño causado a la competencia.

La directora de Ryanair en España, Elena Cabrera, destaca que esta sentencia confirma que la Comisión debe actuar como guardiana de la igualdad de condiciones en el transporte aéreo y no puede aprobar ayudas estatales discriminatorias. Además, considera que durante la pandemia se han regalado más de 40.000 millones de euros en subvenciones estatales discriminatorias a las compañías aéreas bandera de la UE.

Este caso no es el único en el que Ryanair considera que se han cometido irregularidades. La compañía ha denunciado la concesión de ayudas estatales a otras aerolíneas como SAS, Lufthansa, Air France-KLM y compañías italianas. Estas medidas de apoyo público distorsionan el mercado y perjudican a las aerolíneas de bajo coste, como Ryanair, que no reciben el mismo trato.

La Comisión Europea aprobó inicialmente el plan de ayudas holandés a KLM en 2020, pero el Tribunal General anuló esta decisión por considerar que no estaba suficientemente motivada. Tras una revisión, la Comisión dio nuevamente luz verde al rescate de KLM, argumentando que era compatible con el mercado interior y que solo beneficiaba a la aerolínea y sus filiales.

Sin embargo, la Justicia europea vuelve a anular la aprobación comunitaria de las ayudas de Estado. El Tribunal considera que la Comisión erró al no incluir al holding Air France-KLM y a Air France como beneficiarios del plan de apoyo, ya que forman parte del grupo Air France-KLM. El Tribunal examinó los vínculos entre las sociedades del grupo, los acuerdos contractuales y el tipo de medida de ayuda concedida.

Esta sentencia es un claro indicador de que la Comisión Europea debe ser más diligente en su evaluación de las ayudas de Estado en el sector aéreo. No se puede permitir que las aerolíneas bandera reciban trato preferencial en detrimento de las aerolíneas de bajo coste. Es fundamental garantizar la igualdad de condiciones en el mercado y promover una competencia justa.

Ryanair ha realizado un gran esfuerzo por ofrecer vuelos a precios asequibles y ha sido un motor clave en la democratización del transporte aéreo en Europa. Sin embargo, estas ayudas estatales discriminatorias amenazan su modelo de negocio y su capacidad para competir en igualdad de condiciones. Es responsabilidad de la Comisión Europea asegurar que se respeten los principios fundamentales del Derecho de la Unión y evitar cualquier distorsión en el mercado aéreo.