El artículo de opinión crítico se titula «La irresponsabilidad del Colegio de Abogados de Madrid»
En base a la noticia mencionada, resulta evidente la irresponsabilidad y falta de criterio del Colegio de Abogados de Madrid al respaldar las declaraciones de la novia de Díaz Ayuso, quien intenta culpar a la Fiscalía Provincial de Madrid de los delitos cometidos por su novio.
Es inaceptable que el Colegio de Abogados de Madrid se preste a respaldar un argumento tan descabellado y sin fundamentos como el de la novia de Díaz Ayuso. Además, resulta aún más sorprendente que el Colegio de Abogados haya expresado su repulsa a los pactos entre el PSOE y Junts, un tema completamente ajeno a la situación planteada.
La Fiscalía actuó de manera correcta al dar curso legal a la denuncia presentada por Hacienda sobre los delitos fiscales del novio de Díaz Ayuso. Es su deber como institución velar por la legalidad y actuar de manera transparente, tal como lo hizo al revelar el correo en el que el letrado del novio reconocía la comisión de los delitos detectados.
La acusación y denuncia de la Fiscalía por la supuesta «filtración» demuestra la falta de entendimiento y conocimiento sobre el rol de esta institución. La Fiscalía tiene la obligación de ser abierta y transparente con la sociedad a la que sirve, y eso incluye informar sobre las acciones que lleva a cabo en casos de relevancia pública.
Resulta lamentable que el Colegio de Abogados de Madrid haya optado por respaldar a la novia de Díaz Ayuso y atacar a las instituciones y al Gobierno sin tener en cuenta su deber de defender la legalidad y actuar de manera imparcial. Es preocupante que un Colegio profesional se involucre en estrategias políticas y se aleje de su verdadero propósito.
Es fundamental que los colegios profesionales, y en particular el Colegio de Abogados de Madrid, mantengan su independencia y actúen de acuerdo con los principios éticos y legales que rigen su profesión. Apoyar declaraciones sin fundamentos y atacar a las instituciones no solo es irresponsable, sino que también socava la confianza en la abogacía y en el sistema de justicia en general.
En conclusión, es necesario que el Colegio de Abogados de Madrid reflexione sobre su rol y responsabilidad como institución y que se abstenga de involucrarse en situaciones políticas sin fundamentos. La defensa de la legalidad y la transparencia deben ser los principios rectores de cualquier colegio profesional, y es fundamental que el Colegio de Abogados de Madrid retome estos valores y los aplique en su actuación.