Artículo de opinión: Necesidad de justicia en el caso del asesinato de Miguel Ángel Blanco
El caso del asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco en 1997 conmocionó a toda España y puso en evidencia la brutalidad de la organización terrorista ETA. Han pasado más de dos décadas desde aquel terrible suceso, pero la necesidad de justicia sigue vigente.
La reciente citación de la exjefa de ETA María Soledad Iparraguirre, conocida como ‘Anboto’, para ser interrogada en relación a este caso es un paso importante en la búsqueda de la verdad y la depuración de responsabilidades. La autorización por parte de Francia para su entrega demuestra la colaboración entre países en la lucha contra el terrorismo.
Es necesario recordar que ‘Anboto’ se negó a declarar en julio de 2022, amparándose en el principio de especialidad y argumentando que fue entregada por Francia por hechos distintos a los que se investigan en esta causa. Sin embargo, esta argumentación no puede ser aceptada como excusa para evadir la responsabilidad de sus actos. La justicia debe prevalecer por encima de cualquier consideración.
La reapertura de las pesquisas en marzo de 2022 por parte del juez Manuel García Castellón fue un paso valiente y necesario. Se busca depurar responsabilidades más allá de los autores materiales del crimen, investigando la presunta participación de la cúpula de ETA en este asesinato. Es fundamental esclarecer la verdad y que los responsables sean llevados ante la justicia.
La condena en 2006 del ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, y de su compañera sentimental Irantzu Gallastegui Sodupe, conocida como ‘Amaia’, como autores materiales del asesinato de Miguel Ángel Blanco fue un primer paso en la búsqueda de justicia. Sin embargo, es necesario ir más allá y llegar hasta los máximos responsables de esta organización terrorista.
La sociedad española no puede olvidar ni perdonar el dolor causado por ETA durante décadas. No podemos permitir que los crímenes de esta organización queden en la impunidad. La memoria de las víctimas y el respeto a sus familias exigen que se haga justicia y se esclarezcan todos los casos pendientes.
Esperamos que la declaración de ‘Anboto’ y las futuras declaraciones de otros presuntos responsables de este asesinato arrojen luz sobre lo sucedido y permitan avanzar en la búsqueda de la verdad y la justicia. No podemos permitir que el paso del tiempo borre la memoria de las víctimas y los crímenes cometidos.
La lucha contra el terrorismo es una tarea que debe ser llevada a cabo por todos, desde los ciudadanos hasta las instituciones y los profesionales del derecho. La colaboración entre países y la perseverancia de la justicia son fundamentales para evitar que casos como el de Miguel Ángel Blanco se repitan en el futuro.
No podemos darle la espalda a la justicia ni permitir que los responsables de los crímenes más atroces queden impunes. La sociedad española exige y merece una respuesta contundente por parte de las instituciones y la justicia. No podemos olvidar ni perdonar, porque la memoria de las víctimas y la búsqueda de la verdad son pilares fundamentales de nuestra democracia.