ICAM otorga amparo a una colegiada víctima de abusos constantes por parte de su cliente

El caso de acoso y vejaciones sufrido por la letrada designada por Turno de Oficio para representar a su cliente en un procedimiento laboral es una muestra clara de la falta de respeto y consideración hacia los abogados en el ejercicio de su profesión. Este tipo de comportamientos no solo afectan a la dignidad y el prestigio de los abogados, sino que también menoscaban su independencia y libertad de acción.

Es preocupante que, según el reciente estudio del Colegio sobre la situación de la Abogacía, más del 70% de los letrados sufre vulneración de sus derechos, pero solo el 13% lo reporta al Colegio. Esto indica que existe un problema de falta de conciencia y de denuncia de este tipo de situaciones, lo cual perpetúa el problema y dificulta su solución.

Es alentador que la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid haya decidido conceder amparo colegial a esta letrada, con el objetivo de proteger su libertad, prestigio e independencia profesional. Sin embargo, es necesario que se tomen medidas más contundentes para prevenir y sancionar este tipo de conductas.

El amparo colegial, regulado en el artículo 58 del Estatuto General de la Abogacía y el artículo 27.3 de los Estatutos del Colegio de la Abogacía de Madrid, es una herramienta importante para proteger la dignidad, independencia y libertad de los abogados en su práctica profesional. Este amparo incluye medidas ante acoso, amenazas o agresiones, incluso si provienen de clientes o terceros.

Sin embargo, es necesario que se promueva una mayor conciencia y sensibilización sobre este tema en la sociedad en general, así como en el ámbito judicial. Los abogados merecen respeto y consideración en el ejercicio de su labor, y cualquier tipo de acoso o vejación debe ser condenado y sancionado de manera contundente.

Además, es importante que los abogados se sientan respaldados por su colegio profesional y que cuenten con el apoyo necesario para enfrentar este tipo de situaciones. La campaña informativa impulsada por el ICAM en todas las sedes judiciales y en redes sociales es un paso en la dirección correcta, pero es necesario ir más allá y garantizar que los abogados se sientan seguros y protegidos en el ejercicio de su profesión.

En conclusión, el caso de acoso y vejaciones sufrido por la letrada es una muestra clara de la falta de respeto y consideración hacia los abogados en el ejercicio de su profesión. Es necesario tomar medidas más contundentes para prevenir y sancionar este tipo de conductas, así como promover una mayor conciencia y sensibilización sobre este tema en la sociedad en general y en el ámbito judicial. Los abogados merecen respeto y consideración en el ejercicio de su labor, y cualquier tipo de acoso o vejación debe ser condenado y sancionado de manera contundente.

Redacción

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