Cuando una persona fallece sin dejar un testamento válido, se dice que ha fallecido «intestado». En este caso, las leyes de su jurisdicción determinarán cómo se distribuirán sus bienes, incluyendo cualquier herencia que haya dejado. Entonces, ¿qué pasa con las herencias sin testamento? 

Las reglas para la distribución de una herencia sin testamento pueden variar, pero aquí hay algunos conceptos generales que podrían aplicarse:

1. Leyes de sucesión intestada: Cada jurisdicción tiene leyes específicas de sucesión intestada que definen cómo se distribuirán los bienes de una persona que fallece sin un testamento. Estas leyes generalmente establecen un orden de prioridad para los herederos, que suele comenzar con el cónyuge o pareja de hecho y los hijos. Si no hay cónyuge ni hijos, se puede pasar a otros familiares más alejados, como padres, hermanos, sobrinos, etc.

2. Distribución según parentesco: En general, los herederos más cercanos tienen prioridad en la distribución de la herencia. Por ejemplo, si una persona fallece dejando un cónyuge y dos hijos, es probable que la herencia se divida entre ellos de acuerdo con las leyes de sucesión intestadas.

3. División equitativa: En muchos casos, la herencia se divide de manera equitativa entre los herederos según el parentesco y la cantidad de beneficiarios en cada categoría. Por ejemplo, si un individuo fallece dejando a su cónyuge y tres hijos, la herencia podría dividirse en partes iguales entre los cuatro.

4. Ausencia de herederos directos: Si no hay herederos directos, la herencia podría pasar a familiares más alejados o incluso al estado, dependiendo de las leyes locales.

5. Proceso legal: La distribución de una herencia intestada generalmente requiere un proceso legal para determinar los herederos y llevar a cabo la división adecuada. Esto puede implicar la presentación de documentos ante un tribunal y la designación de un administrador o albacea para manejar el proceso.

6. Costos y retrasos: La distribución de una herencia intestada puede ser más complicada y llevar más tiempo que si se hubiera dejado un testamento claro. También pueden surgir disputas entre los herederos potenciales sobre cómo se debe distribuir la herencia.

Entonces surge la duda, ¿cómo se lleva a cabo una herencia sin testamento?

El reparto de una herencia sin testamento es un proceso legal que se realiza cuando una persona fallece sin dejar instrucciones escritas sobre la distribución de sus bienes. En este caso, la distribución se rige por las leyes de la jurisdicción en la que ocurrió el fallecimiento. 

El proceso comienza con la identificación de los herederos legales, que generalmente son cónyuges, hijos y otros familiares cercanos. Si no hay familiares directos, las leyes de sucesión intestada pueden designar parientes más alejados como herederos. Una vez que se establecen los herederos, se inicia el proceso legal.

Un familiar o interesado puede presentar una petición ante el tribunal para solicitar la apertura de la sucesión intestada. Si el tribunal determina que no hay un testamento válido, puede designar a un administrador o albacea para supervisar el proceso de distribución. El administrador se encarga de recopilar una lista completa de los activos de la herencia, que incluyen propiedades, cuentas bancarias, inversiones y otros bienes.

Antes de proceder a la distribución de los activos a los herederos, el administrador debe pagar las deudas y gastos pendientes del fallecido, como facturas médicas, préstamos y otros compromisos financieros. Una vez que se hayan liquidado estas obligaciones, los activos restantes se distribuyen entre los herederos según la ley. En general, los herederos más cercanos suelen recibir una porción mayor de la herencia.

Después de completar la distribución de los activos, es posible que se deba presentar documentación legal ante el tribunal o entidades correspondientes para registrar el reparto de la herencia y transferir la propiedad de los activos a los herederos.

Es importante destacar que el proceso de reparto de una herencia sin testamento puede ser complejo y variar según las leyes locales. Además, podrían surgir impuestos u otros aspectos financieros relacionados con la transferencia de los activos heredados. Por lo tanto, es aconsejable buscar el asesoramiento de un abogado especializado en sucesiones y herencias en tu área para garantizar que el proceso se lleve a cabo de manera adecuada y legal.