Un administrador de propiedades es una persona que administra las propiedades de una empresa o individuo. Están a cargo de las operaciones diarias de la propiedad y su personal, y se aseguran de que se utilice en todo su potencial.
Este supervisa la administración de las propiedades inmobiliarias, esto incluye supervisar el mantenimiento y conservación de estas propiedades, al mismo tiempo que se asegura de que cumplan con las leyes locales.
Los administradores de propiedades generalmente deben tener conocimientos sobre diferentes tipos de bienes raíces, como residenciales, comerciales o industriales. También necesitan entender cómo mantener y monitorear las condiciones físicas y los estándares de seguridad de una propiedad.
A menudo trabajan para firmas de bienes raíces comerciales o compañías que administran propiedades vacantes para inversionistas. También pueden trabajar para personas que son dueñas de sus propias propiedades y quieren administrarlas ellos mismos.
Un administrador de la propiedad generalmente es responsable de las reparaciones que deben realizarse, así como del mantenimiento que debe realizarse en el edificio. Su trabajo también implica cobrar el alquiler de los inquilinos y realizar un seguimiento de cuánto dinero les debe cada inquilino.
Son responsables de mantener y mejorar el estado de la propiedad y de ocuparse de cualquier problema que surja.
Un administrador de propiedades puede ser una buena opción para alguien a quien le encanta trabajar con personas y está interesado en bienes raíces. Tendrán que tratar con inquilinos, empleados, contratistas y otras personas en su trabajo diario.
Algunas de las actividades de las que generalmente está a cargo son las siguientes:
– Alquiler y arrendamiento de propiedades a inquilinos;
– Administrar las instalaciones de una propiedad;
– Gestionar el mantenimiento de una propiedad;
– Contratación y despido de personal para una propiedad.
A todo esto se le suma el tener que identificar problemas potenciales y tomar decisiones sobre cómo manejarlos diariamente, para asegurar el buen funcionamiento y gestión de los inmuebles.
Este trabajo requiere una comprensión profunda de cada tipo de propiedad, así como también cómo administrarlas. Al igual que se necesita un conocimiento de las leyes y reglamentos locales y estatales.