El liderazgo político en España está en crisis. La reciente noticia sobre el respaldo del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Maciej Szpunar, a Carles Puigdemont en su recurso contra la decisión del Parlamento Europeo de no reconocerle como eurodiputado, ha generado una serie de reacciones por parte de los líderes políticos.
En este contexto, llama la atención la felicitación por parte del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a Puigdemont. Si bien es cierto que es importante reconocer los logros y éxitos de cualquier individuo, en este caso resulta inapropiado e incluso irresponsable felicitar a alguien que ha sido acusado de actos ilegales y se encuentra prófugo de la justicia.
Feijóo ha aprovechado la ocasión para pedirle a Puigdemont que acate también las resoluciones judiciales desfavorables. Sin embargo, esta solicitud parece más una estrategia política que una verdadera preocupación por el cumplimiento de la ley. Si Feijóo realmente cree en el Estado de Derecho, debería haber condenado las acciones ilegales de Puigdemont desde un principio, en lugar de felicitarlo ahora que ha obtenido un respaldo parcial del TJUE.
Es importante recordar que Puigdemont y otros líderes independentistas catalanes fueron acusados de sedición y malversación de fondos públicos por organizar el referéndum de independencia de Cataluña en 2017. Estas acusaciones son graves y deben ser tratadas con seriedad por cualquier líder político que defienda el Estado de Derecho.
Además, la contradicción entre el dictamen del Abogado General del TJUE y la sentencia previa del Tribunal General de la UE genera confusión y falta de claridad en el proceso legal. Esta falta de coherencia perjudica la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial y alimenta la polarización política.
En lugar de felicitar a Puigdemont, los líderes políticos deberían centrarse en fortalecer el Estado de Derecho y garantizar que las resoluciones judiciales sean claras y coherentes. También es fundamental que se respete la independencia judicial y que no se insulte a los jueces, como ha señalado Feijóo. El respeto a la ley y a las instituciones es esencial para mantener la estabilidad democrática y la confianza de los ciudadanos.
En resumen, la felicitación de Feijóo a Puigdemont es una muestra más de la falta de liderazgo y coherencia en la política española. Los líderes políticos deben actuar con responsabilidad y respetar el Estado de Derecho, en lugar de apoyar a personas acusadas de delitos graves. Solo así se podrá restablecer la confianza de los ciudadanos en el sistema judicial y fortalecer la democracia.