El reciente fallo del Tribunal General de la Unión Europea que anula por segunda vez el plan de ayudas de 3.400 millones de euros diseñado por Países Bajos para la aerolínea KLM, es un claro ejemplo de la falta de rigor y transparencia en el proceso de aprobación de ayudas estatales por parte de la Comisión Europea.

El caso se remonta al año 2020, cuando la Comisión Europea aprobó el plan de ayudas holandés para KLM, brindando una garantía estatal para préstamos y un crédito subordinado para garantizar temporalmente la liquidez de la aerolínea en medio de la pandemia. Sin embargo, el Tribunal General ya había anulado esta decisión en 2021 por considerar que no estaba suficientemente motivada.

En lugar de corregir las deficiencias señaladas por el tribunal, la Comisión Europea decidió volver a aprobar el rescate de KLM, argumentando que era compatible con el Mercado Interior y que los únicos beneficiarios eran la aerolínea y sus filiales. Sin embargo, esta segunda aprobación también ha sido anulada por el tribunal, esta vez debido a un error en la definición de los beneficiarios del plan de ayudas.

El tribunal ha concluido que la Comisión erró al excluir al holding Air France-KLM y a Air France como beneficiarios del plan de apoyo, ya que forman parte del grupo Air France-KLM. El fallo se basa en un análisis exhaustivo de los vínculos entre las sociedades del grupo, los acuerdos contractuales y el tipo de medida de ayuda concedida.

Esta decisión del tribunal pone en evidencia la falta de rigor y transparencia en el proceso de aprobación de ayudas estatales por parte de la Comisión Europea. Es preocupante que la Comisión haya aprobado en dos ocasiones un plan de ayudas que claramente no cumplía con los requisitos legales, poniendo en ventaja a una aerolínea en detrimento de otras compañías del sector.

Además, este caso destaca la importancia de contar con una regulación clara y estricta en materia de ayudas estatales, para evitar distorsiones en el mercado y garantizar una competencia justa entre las aerolíneas. La Comisión Europea debe revisar sus procedimientos y asegurarse de que se cumplan rigurosamente los criterios establecidos en la normativa.

En conclusión, el fallo del Tribunal General de la Unión Europea que anula por segunda vez el plan de ayudas de Países Bajos a KLM es una clara señal de la falta de rigor y transparencia en el proceso de aprobación de ayudas estatales por parte de la Comisión Europea. Es necesario que se tomen medidas para corregir estas deficiencias y garantizar una competencia justa en el sector de la aviación.