El caso Koldo ha sido uno de los escándalos más impactantes en relación con la contratación de suministros durante la pandemia. En este contexto, el empresario Juan Carlos Cueto ha solicitado al juez instructor de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que levante el bloqueo de una de sus cuentas bancarias, argumentando que el embargo es «extremadamente lesivo y perjudicial» para sus intereses y los de sus dependientes.
Es comprensible que cualquier persona que se vea afectada por un bloqueo de cuentas bancarias busque soluciones para poder hacer frente a sus gastos personales y familiares, que en muchos casos son inaplazables. Sin embargo, en este caso en particular, es necesario analizar la situación desde una perspectiva crítica.
En primer lugar, es importante recordar que Juan Carlos Cueto está siendo investigado como el presunto ‘cerebro’ de una trama que obtuvo contratos para el suministro de mascarillas durante la pandemia. Esto implica que existe una sospecha fundada de que ha participado en actividades ilícitas relacionadas con la contratación pública en un momento de emergencia sanitaria. Ante esta situación, el bloqueo de una cuenta bancaria es una medida cautelar que busca evitar la posible dilapidación de activos o la ocultación de fondos.
Además, el propio Cueto reconoce que tiene otras cuentas bloqueadas por otro procedimiento en la Audiencia Nacional, el caso Defex. Esto indica que existen indicios de su participación en otras actividades ilícitas relacionadas con la contratación pública. En este contexto, resulta preocupante que Cueto solicite el levantamiento del bloqueo de una de sus cuentas para hacer frente a gastos personales y familiares, ya que esto podría implicar que está utilizando fondos obtenidos de manera ilícita.
Por otro lado, Cueto argumenta que la cuenta bancaria bloqueada es la única que utiliza para afrontar sus necesidades básicas y gastos domésticos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tipo de cuentas compartidas pueden ser utilizadas para ocultar o desviar fondos ilícitos. Es necesario investigar a fondo la procedencia de los fondos depositados en esta cuenta y determinar si existen indicios de actividad delictiva.
En resumen, el pedido de Juan Carlos Cueto de levantar el bloqueo de una de sus cuentas bancarias es cuestionable. Dada su implicación en el caso Koldo y en otros procedimientos relacionados con actividades ilícitas en la contratación pública, es necesario adoptar medidas cautelares para evitar la dilapidación de activos y la ocultación de fondos. Es fundamental que el juez instructor de la Audiencia Nacional analice detenidamente la solicitud de Cueto y tome una decisión que proteja los intereses de la justicia y de la sociedad en general.
 
								 
													

