Las compras por internet, al igual que en el alquiler de un piso u otros tipos de transacciones similares, se deben regir de acuerdo a lo estipulado en la normativa vigente. Por eso, a continuación, veremos algunos de los derechos de los consumidores en el comercio online.
Derechos de los consumidores en el comercio online.
Las compras por Internet en general ofrecen una serie de garantías y derechos a favor de los consumidores y usuarios. Esto incluye el derecho de desistimiento a la compra, garantías relacionadas con la compra de bienes de consumo, derechos a la privacidad y derechos a la publicidad.
Con respecto al derecho de desistimiento, el cliente tiene derecho a rescindir el contrato en un plazo de 14 días sin motivo y sin penalizaciones contractuales. Sin embargo, en el supuesto caso que la empresa visite la casa del cliente con anticipación para promocionar o vender bienes o servicios, el período de desistimiento se extiende a 30 días. Este período comienza a partir de la fecha de celebración del contrato, en el caso de haber contratado un servicio, o de la fecha en que el cliente recibe efectivamente el producto deseado, en el caso de un contrato de venta.
Por otro lado, la denominada información precontractual para el consumidor debe incluir las condiciones y procedimientos para el ejercicio de estos derechos. Además, debe incluirse el procedimiento de desistimiento voluntario y, en caso que se requiera llenar un formulario, también se incluirá una forma de muestra.
Sin embargo, existen excepciones al derecho de desistimiento. Para conocer específicamente cada uno de ellos, lo mejor es consultar con un experto en comercio electrónico, especialmente en lo relacionado con la normativa vigente.
Garantías vigentes.
Otro de los derechos de los consumidores en el comercio online se relaciona con las garantías de los productos o servicios ofrecidos. De hecho, los productos vendidos en Internet están cubiertos por garantías legales. En consecuencia, los productos nuevos están amparados por una garantía legal de 3 años, a menos que se trate de contenido o servicios digitales, que están cubiertos por dos años. Este periodo empieza a contar a partir de la fecha de entrega, independientemente del método de compra.
Por otro lado, para bienes de segunda mano, ambas partes pueden acordar un plazo de garantía, pero este deberá ser superior a un año a partir de la fecha de entrega. Si un producto comprado en línea no cumple con el contrato, el cliente puede solicitar una reparación o reemplazo gratuito dentro de un tiempo razonable. Esta compensación cubre los costes necesarios para corregir la inconformidad, en particular los costes de transporte y los costes de mano de obra y materiales. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que los productos usados no se pueden cambiar.
El cómputo del período de garantía se detiene cuando el producto está en el servicio técnico del vendedor o del fabricante, si es necesario. Cabe destacar que el fabricante será responsable de reparar o reemplazar el producto solo si el cliente no puede dirigirse a la entidad vendedora para reclamar la garantía. Además, la reducción de precio y la rescisión del contrato sólo son posibles si no se puede solicitar la reparación o el reemplazo. Por supuesto, los defectos menores no se tienen en cuenta.
Por otro lado, la empresa vendedora almacena información personal cuando se compra en línea y la utiliza para los fines para los que ha dado su consentimiento el comprador. Lo mejor es informarse sobre la forma en que se pueden proteger los derechos cuando se trata de datos personales. En cualquier caso, lo más recomendable es contar con la asesoría de expertos en el tema para garantizar los mejores resultados.