El exjuez Baltasar Garzón ha realizado unas críticas contundentes hacia el expresidente del Gobierno, José María Aznar, en relación a los atentados del 11M. Garzón reprocha a Aznar que no haya reconocido los errores cometidos y la instrumentalización que se hizo de aquellos trágicos sucesos. A juicio de Garzón, la respuesta judicial tras los atentados fue insuficiente y no se investigó a fondo la posibilidad de que ETA estuviera implicada.
El exjuez considera que hubo una grave manipulación y conspiración por parte de determinadas estructuras político-mediáticas, lo cual supuso un ataque frontal a las instituciones del estado. Estas acusaciones resultan especialmente preocupantes, ya que ponen de manifiesto la falta de transparencia y el uso partidista que se hizo de un hecho tan grave como los atentados del 11M.
Garzón también hace referencia a las consecuencias de aquellos hechos en la sociedad actual. Según él, el surgimiento de bulos, mentiras y fake news que vivimos en la actualidad tiene relación con la falta de claridad y la manipulación que se produjo en el caso del 11M. Esta afirmación nos lleva a reflexionar sobre la importancia de contar con una información veraz y objetiva, así como sobre la responsabilidad de los medios de comunicación en la difusión de noticias falsas.
En cuanto a la investigación del caso, Garzón asegura que desde el primer momento se sabía que ETA no había cometido los atentados. Sin embargo, se tomó una decisión política de atribuirle la autoría a esta banda terrorista, eliminando cualquier otra posibilidad. A medida que los hechos fueron demostrando lo contrario, se fue matizando la cuestión sin abandonar la primera hipótesis. Esta actitud resulta alarmante y pone de manifiesto la falta de objetividad y la influencia política en la investigación de los atentados.
En relación al yihadismo, Garzón señala que antes del 11M el número de policías dedicados a investigar este fenómeno era insuficiente. Se creía que España no sería objetivo de un posible atentado y, por tanto, no se le dedicaban los recursos necesarios. Esto demuestra una falta de previsión y una subestimación del riesgo que suponía el yihadismo en nuestro país. Además, Garzón destaca que desde 1994 ya existían estructuras de Al-Qaeda en España, lo que pone de manifiesto la necesidad de una mayor atención y recursos en la lucha contra el terrorismo yihadista.
En conclusión, las críticas realizadas por el exjuez Baltasar Garzón hacia el expresidente José María Aznar y la respuesta judicial tras los atentados del 11M ponen de manifiesto la falta de transparencia, manipulación y falta de recursos en la investigación de estos hechos tan graves. Es necesario aprender de los errores cometidos en el pasado para garantizar que hechos de esta magnitud no se vuelvan a repetir y para asegurar una justicia imparcial y eficaz.