La reciente decisión de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional de rechazar la petición de la defensa del comisario José Manuel Villarejo de llevar a cabo ciertas pruebas en el marco del recurso contra la sentencia del caso ‘Tándem’ es preocupante y plantea serias dudas sobre la imparcialidad de la justicia en este caso.

En primer lugar, resulta sorprendente que se rechace la solicitud de la defensa de que se lleve a cabo la testifical del exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. Esta decisión carece de fundamentos sólidos, ya que no se justifica la pertinencia y relevancia de la declaración de Sanz Roldán como testigo, ni se explica por qué no se considera que pueda tener conocimiento personal de los hechos objeto de enjuiciamiento. Además, sorprende que se descarte la posible relación entre el CNI y las actividades llevadas a cabo por particulares o empresas en el marco de conflictos privados, sin tener en cuenta la posible afectación de intereses públicos.

La misma falta de fundamentación se aplica a la negativa de la Sala de Apelación de admitir otros testigos solicitados por la defensa de Villarejo, como el abogado José Manuel Calvente, el magistrado Diego de Egea, el comisario José Santiago Sánchez Aparicio y dos periodistas. No se explica de manera convincente por qué su testimonio no es relevante para el caso.

Además, resulta preocupante que se rechace la petición de la Fiscalía Anticorrupción de celebrar una vista para examinar los recursos presentados, alegando que su informe es completo y suficientemente claro. Esta decisión limita la posibilidad de debate y contradicción de argumentos, y pone en duda la transparencia del proceso.

La sentencia previa en el caso ‘Tándem’ ya había sido objeto de críticas debido a la absolución de Villarejo del delito de cohecho, a pesar de las pruebas presentadas. Ahora, la negativa de la Sala de Apelación a admitir pruebas relevantes y a permitir un debate público sobre los recursos presentados, genera aún más dudas sobre la justicia y el debido proceso en este caso.

En conclusión, la reciente decisión de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional en el caso ‘Tándem’ plantea serias dudas sobre la imparcialidad de la justicia y la transparencia del proceso. Resulta preocupante que se rechacen pruebas relevantes y se limite el debate sobre los recursos presentados. Es fundamental que se garantice un proceso justo y transparente, en el que se puedan presentar y examinar todas las pruebas pertinentes, para que la justicia prevalezca.