El reciente fallo de la Audiencia Nacional que confirma la resolución del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), imponiendo al Fútbol Club Barcelona el pago de casi 23 millones de euros por el IRPF de los años 2012 a 2015, es un claro ejemplo de las prácticas de elusión fiscal en el mundo del fútbol.

La cuestión central en este caso es la naturaleza de los servicios prestados por los agentes de los jugadores. Mientras que la Administración sostiene que las retribuciones pagadas por el club a los agentes son rendimientos de trabajo y están sujetos a retención, el FC Barcelona argumenta que dichos pagos corresponden a la retribución acordada por los servicios prestados a la entidad deportiva.

La Audiencia Nacional ha determinado que ha existido simulación en este caso. Se ha constatado que los pagos realizados por el club se han hecho en nombre y por cuenta de los jugadores, mientras que los agentes aparentan prestar un servicio encargado por el club. Sin embargo, no se ha acreditado de ninguna forma la existencia de este supuesto servicio.

Este tipo de prácticas de simulación tienen como objetivo obtener un tratamiento fiscal más favorable del que correspondería a la operación real. En este caso, se aparenta retribuir a los agentes por servicios inexistentes, cuando en realidad se está abonando parte de la retribución al jugador, distorsionando la base imponible de los impuestos correspondientes.

Estas prácticas de elusión impositiva son una lacra en el mundo del fútbol y deben ser combatidas de manera contundente. No solo perjudican a las arcas públicas y a los ciudadanos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales, sino que también generan una competencia desleal en el ámbito deportivo.

Es responsabilidad de las autoridades fiscales y deportivas tomar medidas para prevenir y sancionar este tipo de prácticas. Es necesario establecer controles más estrictos sobre los pagos realizados a agentes de jugadores y garantizar la transparencia en las operaciones financieras de los clubes.

Asimismo, es importante que los clubes asuman su responsabilidad en la lucha contra la elusión fiscal. No pueden ser cómplices de estas prácticas y deben colaborar activamente con las autoridades para erradicarlas.

En conclusión, el fallo de la Audiencia Nacional en el caso del Fútbol Club Barcelona es un recordatorio de la necesidad de combatir la elusión fiscal en el mundo del fútbol. Las prácticas de simulación y la utilización de artificios para obtener ventajas fiscales indebidas deben ser erradicadas. Solo así se podrá garantizar una competencia justa y equitativa en el ámbito deportivo y proteger los intereses de todos los ciudadanos.