La situación de la abogacía en Irán es alarmante y requiere de una respuesta urgente por parte de la comunidad internacional. La elección de este país por parte del Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo para conmemorar el Día Internacional de la Abogacía en Riesgo es una clara muestra de la vulneración de derechos fundamentales que está viviendo la ciudadanía y el agravio que los abogados y abogadas del país están sufriendo al acudir en su defensa.

Es inaceptable que los letrados en Irán sean fuertemente controlados por las autoridades, que les persiguen cuando buscan una mayor independencia en el ejercicio de su profesión. La detención de al menos 66 abogados defensores en un corto periodo de tiempo para impedirles reclamar justicia para activistas y manifestantes detenidos arbitrariamente es una clara muestra de la represión que sufren estos profesionales.

Además, la violencia ejercida hacia los abogados en Irán es alarmante. En el pasado año, cinco abogados fueron asesinados y otros diez resultaron heridos en intentos fallidos de asesinato. Estos actos atroces y cobardes demuestran la falta de respeto hacia el ejercicio de la abogacía y la defensa de los derechos humanos.

La celebración del Día Internacional de la Abogacía en Riesgo es un llamado de atención a toda la ciudadanía y a los gobiernos para que no den la espalda a lo acontecido en otros países donde los abogados son perseguidos e incluso asesinados por defender los derechos humanos. Es nuestra responsabilidad detener esta violencia y represión, y exigir a las autoridades iraníes que intervengan en una situación que ya se ha prolongado demasiado tiempo.

Es necesario que la comunidad internacional se una en solidaridad con la abogacía iraní y exija el respeto a los derechos fundamentales en el ejercicio de la profesión. Los abogados son actores clave en la defensa de los derechos humanos y su labor es fundamental para garantizar un sistema de justicia justo y equitativo.

Por tanto, es fundamental que los gobiernos y las organizaciones defensoras de los derechos humanos se involucren de manera activa en la protección de la abogacía en Irán y en la denuncia de las violaciones a los derechos fundamentales que se están produciendo en el país.

La situación de la abogacía en Irán es un claro ejemplo de la importancia de la defensa de los derechos humanos y de la necesidad de garantizar la independencia y la seguridad de los profesionales que se dedican a esta noble labor. No podemos permitir que la violencia y la represión silencien a aquellos que luchan por la justicia y la igualdad. Es hora de alzar la voz y exigir un cambio en Irán y en todos aquellos países donde se vulneran los derechos fundamentales de los abogados.